Competencias y componentes de ética y valores


ACERCA DE LAS COMPETENCIAS Y LOS COMPONENTES DE LOS LINEAMIENTOS CURRICULARES DE ÉTICA Y VALORES


COMPETENCIAS:

Autonomía e iniciativa personal; 

pensamiento moral y ético; 

ser social y Ciudadanía. 

Información a tener en cuenta sobre los componentes de la Educación Ética y en Valores:

1. Hablar de sujeto, persona o personalidad moral, es un tanto complicado, porque al mismo tiempo que tenemos que dar cuenta del ser humano como totalidad, de un individuo que actúa como unidad integrada de aspectos cognitivos, afectivos, etc., tenemos que hablar de sus componentes y debemos entonces, metodológica-mente, fragmentar esta personalidad moral en una serie de competencias, actitudes, habilidades, etc. Diversos autores enuncian estos componentes de muy diversas maneras. Según M. W. Berkowitz (1994), son cinco los componentes de la personalidad moral: la conducta, el carácter, los valores, el razonamiento moral y el afecto moral. Según Miquel Martínez (1995) las dimensiones morales serían las siguientes: autoconocimiento, autonomía, capacidades de diálogo, capacidad para transformar el entorno, comprensión crítica, empatía y perspectiva social, habilidades sociales, razonamiento moral.(MEN, 1998, pág. 31 y 32)
2. Existen múltiples maneras de abordar las diferentes dimensiones que integran la persona moral. En el presente documento hemos optado por considerar los siguientes componentes: 1. conocimiento, confianza y valoración de sí mismo; 2. autorregulación; 3. autorrealización; 4. ethos para la convivencia; 5. identidad y sentido de pertenencia; 6. sentido crítico; 7. formación ciudadana; 8. conciencia de derechos y responsabilidades; 9. competencias dialógicas y comunicativas; 10. capacidad creativa y propositiva; 11. juicio y razonamiento moral; 12. sentimientos de vínculo y empatía y 13. actitudes de esfuerzo y responsabilidad. El interés se ha centrado en hacer un desglose de estos componentes desde la intención de aportar en la construcción de una propuesta de educación ética y moral. Se ha buscado definir componentes o ámbitos que sean relativamente fáciles de aprehender e indagar en el contexto escolar. (MEN, 1998, pág. 42)

Información puntual sobre cada componente:
COMPONENTE DESCRIPCIÓN DEL COMPONENTE SEGÚN LOS LINEAMIENTOS DEL MEN
1. conocimiento, confianza y valoración de sí mismo Texto: En este componente están comprometidos dos aspectos: uno de carácter cognitivo, relacionado con los avances en el conocimiento de sí mismo, y de los otros, avances que están relacionados con las crecientes capacidades cognitivas del niño y la niña, y con las interacciones sociales que mantienen y que se espera sean cada vez más ricas y diferenciadas. El otro, referido a la valoración o enjuiciamiento que se hace de ese autoconocimiento. La confianza en sí mismo y la autoestima, a diferencia del autoconocimiento, implican una orientación afectiva. El autoconcepto, a su vez, está en función de la interacción con los demás y de la actitud de los otros significativos. (MEN, 1998, pág. 46)
2. autorregulación La autorregulación se presenta como una estructura organizativa fundamental tanto del desarrollo cognitivo como del desarrollo social. Algunos autores hacen una diferenciación entre autocontrol y autorregulación, entienden el primero como la capacidad de cumplir órdenes y directivas cuando las estructuras de apoyo están ausentes, y el segundo como la capacidad de formular un plan de acción propio, de proyectar, orientar y supervisar la conducta personal desde el interior, y de adaptarla de acuerdo con el cambio de las circunstancias. Algunas investigaciones ponen de manifiesto que el incremento del dominio de sí y de la capacidad de autorregularse, depende en gran medida de las intervenciones adecuadas del adulto, que se adaptan al nivel de dominio del niño o de la niña, y a su necesidad de una asistencia externa(MEN, 1998, pág. 46 y 47).
3. autorrealización Proyecto de vida buena y búsqueda de la felicidad: La realización de uno mismo, la construcción de la propia identidad y el sentido que se le dé a la propia vida, son sin duda opciones personales. Sin embargo, este proceso en el que el individuo va configurando su proyecto de vida personal, se desarrolla en el marco de unas interacciones sociales que contribuyen a otorgarle sentido a sus opciones particulares de vida buena. La escuela en este sentido, puede ayudar a clarificar caminos para que de manera autónoma, cada joven opte por el que considera sea el suyo, sin olvidar la responsabilidad de cada uno para construir un mundo mejor, más humano y respetuoso de la dignidad humana. (MEN, 1998, pág. 47 y 48)
4. ethos para la convivencia La convivencia social se basa en el reconocimiento, respeto y disfrute de las diferencias, tanto de orden biológico: raza, etnia, sexo, como culturales: ideas políticas, religiosas, estéticas. Así mismo, supone el reconocimiento de una normatividad de tipo universal compartida por todos, que posibilite la vida en común y que tenga como eje central la justicia y la dignidad humana. La escuela deberá evidenciar en la práctica, el papel que tienen el diálogo, la participación, la cooperación y la reciprocidad en la convivencia cotidiana. (MEN, 1998, pág. 47 y 48)
5. identidad y sentido de pertenencia Las personas pertenecemos a diversos grupos, ejercemos en la vida diferentes roles, formamos parte de diversas comunidades. Situación que nos lleva a vernos enfrentados a diversas formas de identidad y de pertenencia. Son varias las capas que conforman las identidades de los seres humanos, que dan cuenta de su carácter múltiple y plural. La escuela deberá apoyar este proceso de construcción individual y social de identidades, que frente a una sociedad fragmentada, se traduce en problemas de identidad y en las formas tan dispares y contradictorias de entender nuestro sentido de pertenencia. La educación ética moral deberá ayudar a aclarar nuestro proyecto ético, abordando las diferentes tradiciones que nos han permitido construirnos como entidad social y como individuos (MEN, 1998, pág. 50)
6. sentido crítico La formación del espíritu crítico, está ligada con la búsqueda y el cuestionamiento permanente que el ser humano debe tener frente al mundo que lo rodea. Esa sana desconfianza e inconformismo frente a lo dado, ese "no tragar entero", son parte de las mentalidades anti -dogmáticas, flexibles, [d óxicas[1]], que se busca formar en los estudiantes. Razón e intuición son dos de las herramientas fundamentales para agudizar este sentido crítico (MEN, 1998, pág. 50 y 51)
7. formación ciudadana A la escuela le corresponde un lugar en la educación del ciudadano, tarea que comparte con las demás instituciones de la sociedad. Esta labor deberá estar orientada hacia la formación de subjetividades democráticas y el fortalecimiento de los espacios públicos escolares. Se deberá desarrollar en los estudiantes la autonomía y el juicio político que les permitirá participar de manera activa en los asuntos colectivos, tanto en su comunidad escolar como en ámbitos más amplios. La formación ciudadana se ocupará, entonces, de crear en los estudiantes la conciencia de la responsabilidad que cada uno tiene en la construcción del destino que como seres humanos todos compartimos (MEN, 1998, pág. 56)
8. conciencia de derechos y responsabilidades Estas competencias tienen que ver con una actitud de apertura hermenéutica hacia el otro, de interés por comprender el sentido de su discurso, y de incorporar lo del otro a la propia comprensión del mundo. SeFundamenta también en el convencimiento de que el diálogo es un rico encuentro de saberes, de valores, de resignificaciones y una gran posibilidad de crecer conjuntamente y ampliar los horizontes de nuestros pequeños mundos. En este sentido se deberá hacer énfasis en la complejidad de los conflictos éticos de la vida cotidiana, lo cual exige un reconocimiento a la pluralidad de culturas y a la pluralidad de criterios morales que allí se expresan (MEN, 1998, pág. 57 y 58)
9. competencias dialógicas y comunicativas Uno de los propósitos fundamentales de la escuela deberá ser el de formar sujetos conscientes del valor de la dignidad humana y de los derechos y obligaciones que se derivan de este valor universal. Individuos conscientes de la importancia de respetar y hacer vivo este valor supremo. Sujetos de derechos, conocedores y defensores críticos de la legislación que los cobija y los protege como seres humanos y como miembros de una colectividad. De igual forma la escuela deberá hacer énfasis en la inmensa gama de posibilidades que tienen las prácticas pedagógicas al acudir a los valores fundamentales de carácter universal, recogidos en la declaración de los Derechos Humanos (MEN, 1998, pág. 57 y 58)
10. capacidad creativa y propositiva La capacidad creativa y propositiva del ser humano está ligada con la posibilidad de ver las cosas de una manera novedosa, no convencional, de producir ideas originales y adecuadas, de enfrentarse a nuevos retos, a la incertidumbre, de crear y proponer nuevas alternativas, independientemente de las influencias sociales. De imaginarse nuevas formas de concebir el mundo y la vida (MEN, 1998, pág. 51 y 52)
11. juicio y razonamiento moral El ejercicio del juicio moral es un proceso cognitivo que nos permite reflexionar sobre nuestros valores y ordenarlos en una jerarquía lógica. Kohlberg habla de una estrecha relación entre el desarrollo cognitivo y el desarrollo moral, proponiendo tres niveles de desarrollo: el preconvencional, el convencional y el posconvencional. Estos niveles avanzan de posiciones heterónomas hacia posturas cada vez más autónomas, y de intereses particulares hacia intereses cada vez más universales(MEN, 1998, pág. 53)
12. sentimientos de vínculo y empatía Muchas de las acciones humanas son motivadas por los sentimientos; sentimientos que crean fuertes vínculos afectivos. La comprensión del ser humano como sujeto que además de racional es sujeto de pasiones y emociones, lleva a la necesidad de incorporar esta dimensión en la formación ética y moral, como elemento fundamental para la comprensión del papel que ellas juegan en las acciones morales. (MEN, 1998, pág. 54)
13. actitudes de esfuerzo y responsabilidad. La escuela deberá tener como propósito el ayudar a formar en los estudiantes hábitos de estudio y de trabajo, lo cual supone la conciencia de que lograr una meta implica recorrer un camino, camino que estará marcado por el esfuerzo y la dedicación, y en ocasiones por el sacrificio. La escuela deberá afianzar la idea de que lo que se desea hay que trabajarlo y que bien merece la pena el esfuerzo, ya que no hay mayor satisfacción para el ser humano, que aquello que se alcanza con el trabajo, la persistencia y el esfuerzo propio. (MEN, 1998, pág. 55)


Bibliografía

MEN. (1998). Serie Lineamientos Curriculares - Educación Ética y Valores Humanos. Bogotá.

[1] Esta palabra aparece así en el documento de los Lineamentos Curriculares

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